Según un estudio realizado por Fernanda Carrasco, Rocío Droguett y Alejandra Navarrete sobre el uso de dispositivos móviles por niños y como regular o evitar el exceso de uso de los aparatos electrónicos por parte de los infantes.

Padres y madres según las autoras del estudio buscan maneras de orientar a los niños según sus propias preocupaciones y en muchos casos aplicando alguna forma de regulación o intentan limitar el uso de los celulares o tabletas por parte de los niños. Pero el estudio hace una pregunta importante ¿Cómo se pretende regular un hábito en los niños, si sus padres tienen habitualmente menos capacidades tecnológicas que los propios niños?

Entonces los padres tienden a usar alternativas para dominar los hábitos de los niños, entre esos métodos externos son: hacer cumplir horarios, castigos o premios. Las investigadoras dicen que solo se les limita el uso de tecnologías para alejarlos del sedentarismo, pero no se les potencia en las conductas deseables usando la misma tecnología, lo que se concluye que los padres y madres solo limitan el uso de aparatos móviles por el “daño” que les hacen a los niños, pero no son receptivos que la tecnología podría crear habilidades útiles y potenciar el desarrollo intelectual de los menores.

Estas formas de regular el uso de tecnología en los niños muchas veces crean nuevos conflictos familiares, debido a que en muchas ocasiones son los mismos padres quienes ignoran sus propias reglas, lo que provoca que los niños transgredan las reglas planteadas debido a quien las propone no les respeta.

Es por eso que las niñas, niños, sus madres y padres, con la colaboración con las instituciones educativas deben desarrollar una apropiación más efectiva de la tecnología que les permita dar un sentido nuevo y agradable para cumplir las expectativas de comunicación y del cuidado familiar.

Aunque tanto los padres tienen derecho a sentirse preocupados por la gran exposición de valores, visiones del mundo, contenido explícito, sexuales, violencia. Los niños tienen derecho al conocimiento libre, gratuito y a desarrollar habilidades artísticas y académicas. Incluso derecho a jugar y entretenerse sanamente. Lo que implica que los padres deben guiar a sus hijos sobre el uso de aparatos móviles y capacitarse para no verse rebasados por la tecnología, entonces así podrán aplicarla para beneficiar a los niños, y así usar a la tecnología como aliada para fortalecer el núcleo familiar.

José Armando Soto
Comunicólogo