En este primer episodio las Psicólogas Claudia Ibet Navarrete y Azalea Suástegui, hablamos sobre el trabajo que realizamos en el Centro de Convivencia Familiar Supervisada del Estado de Guerrero, los servicios que ofrecemos, a quiénes va dirigido y dónde nos ubicamos para que quiénes tengan interés, hagan uso de dichos servicios.
¿Quiénes de nosotros ha pasado por un rompimiento de pareja?
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Citando a Eduardo Calixto quien es un importante Neurofisiólogo, mexicano, rescata sombre la neurología del amor y del desamor, rescatando que en estas situaciones se presentan procesos bioquímicos por los cuales el ser humano transita.
El divorcio se presenta con mucha más frecuencia en nuestra sociedad, pareciera que es un tema de cotidianidad, ya que además de ser un proceso doloroso a enfrentar tanto la persona que decide irse como el que se queda, reflejando la separación de la pareja como uno de los acontecimientos más estresantes, por la que este puede transitar, tanto si es un divorcio de mutuo acuerdo como el que no lo es, tomándolo como un evento crítico en la vida, porque constituye una transformación fundamental del entorno.
La experimentación de la ruptura de lazos amorosos puede generar un desencadenante de distintos sentimientos tanto para quien decide tomar la decisión de separarse, como quien decide quedarse, como experimentar estados afectivos y cognitivos negativos (tristeza, ira, culpa, ansiedad, fatiga, impotencia, conflictos en sus relaciones sociales, etc.), también se habla de una transición a distintas crisis como lo son:
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Crisis Emocional: En esta etapa es muy recurrente que los cambios de estados de ánimo se den de manera constante, como si fueran una montaña rusa, como sentir coraje, tristeza, culpa, etc, pareciera que por momentos y en donde en repetidas ocasiones el sentirse enganchado a la ex pareja es algo a lo que nunca se le pondrá fin. Generando un estado de shock, tanto para quien toma la decisión de separase, como para quien recibe la noticia formando más impacto sobre esta decisión tomada para la cual no fue necesario escuchar su punto de vista.
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Crisis Social: En la mayoría de las ocasiones la cantidad y la calidad del vínculo con los amigos cambia, ya que en muchas ocasiones las actividades empleadas en distintas reuniones son en pareja, haciendo que estos tomen partido por algún miembro de la relación de pareja, manejando un clima de tensión y sentimientos de resentimiento (rechazo). Los amigos suele involucrase en la situación de la separación dando consejos o simplemente presionar algún miembro de la pareja sobre cómo actuar o sentirse con lo que está aconteciendo. Impacta a nivel del manejo de las redes sociales, ya que si hacemos un mal uso de ellas podemos sentirnos avergonzados o muy dolido por compartir noticias no tan agradables, por ello la sugerencia, en los primeros meses de la separación evita hacer uso de ellas.
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Crisis en el Proyecto de Vida: Las expectativas de vida cambian durante el proceso de separación en ambos integrante de la pareja, siendo un proceso un tanto complicado para visualizar metas y sueños a cumplir.
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Crisis en la Relación Parental: Tanto hombres como mujeres se ven en la necesidad de adoptar el rol contrario de ellos para cubrir las necesidades de los hijos siendo una situación estresante para ellos, por el hecho de responsabilizarse de nuevas disciplinas y toma de decisiones que pueden ser nuevos para llevarse a cabo, siendo un punto muy importante la cuestión de la manipulación de los hijos hacia los padres por el hecho de que tal vez no quieran estar con ellos, tienen que tener muy en cuenta que el divorcio acaba con la relación de pareja pero no con su paternidad.
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Crisis Económica: El divorcio generalmente genera cambios económicos, en donde cada uno de los miembros de la pareja tendrán gastos propios como de comida, casa, etc, además de los gastos de los hijos, es importante saber que si ambos integrantes de la pareja no cuentan con un trabajo estable o un salario que puede que puede ser suficiente para los gastos a generar, privándose de satisfacer algunas de sus necesidades y más aún aumentan cuando se tiene que brindar pensión para los gastos de los hijos. Sin embargo no solo la pareja pasa por estos cambios si no también los hijos se enfrentan a cambios económicos (educación, alimentación, recreación, salud, etc,).
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Crisis Legal: Se habla de un desgaste físico, emocional y económico ya que en el momento del término de la relación de pareja el trámite jurídico puede hacerse tan fácil o tan completo como se quiera, sabiendo que a mayor conflicto interparental, mayores efectos negativos a los involucrados y a todo el contexto familiar interviniente.
Píldoras de sanación emocional:
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Protege tu corazón: Evita el enganchamiento con tu expareja, como dejar de visualizar las redes sociales, o estar al pendiente de cada acontecimiento sobre su vida cotidiana.
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Alivia tus emociones: Es importante generar nuevas actividades (leer, nadar, hacer ejercicio, cocinar etc.).
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Busca apoyo: Buscar ayuda profesional para el afrontamiento del duelo.
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Evita utilizar a los niños como aliados: Es de suma importancia no hacer parte de los problemas maritales a los hijos.
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Establece tus estándares de conducta: Ante cualquier situación ser responsable y respetuoso con el proceso.
