Lo primero deciros que el termino Asertividad hace referencia a la capacidad de defender tus propios derechos, sin dejarse manipular sin manipular a los demás. Cuando una persona se comporta de manera asertiva tiene presentes sus derechos y los intenta defender, respetando los derechos de los demás. Su objetivo no es salirse con la suya sino que intenta llegar de una forma positiva a un acuerdo por medio de la negociación, donde ambas partes ganan y ceden a la vez.
Una persona que se comporta hábilmente a nivel social es asertiva y realiza con frecuencia los siguientes comportamientos:
- Dice NO o manifiesta su opinión aunque no coincida con su interlocutor:
- Dice lo que considera oportuno ante una conversación, una petición o una demanda.
- Expresa razonadamente sus argumentos para explicar o aclarar, su postura, como se siente o si quiere pedir algo.
- Empatiza con el otro siendo capaz de comprender las opiniones, lo que sienten y lo que te piden.
- Es capaz de pedir favores y recibir críticas:
- Es capaz de manifestar a la otra persona el problema que tiene con él para que deje de serlo.
- Cuando necesita ayuda sabe cómo pedirla adecuadamente.
- Pide que le aclaren las cosas cuando no lo entiende.
- Expresa sanamente sus emociones:
- Manifiesta verbalmente y no verbalmente sus emociones tanto de gratitud, afecto, etc.
- Dice y siente cuando algo le molesta, siente dolor, o está desorientado, etc.
Visto muy básicamente lo que es la asertividad vamos a ver cómo hacemos para trasmitirlo a nuestros hij@s.
Es sabido que nuestras capacidades y defectos son aprendidos de las experiencias, fundamentalmente, y de las palabras que a lo largo de nuestra infancia nos trasmitieron nuestros padres/madres y familia. Ahora somos nosotr@s quienes tenemos la ineludible responsabilidad y nuestra mayor obligación es educarlos según las pautas de comportamiento más sanas. Una de las más importantes es la de comportase socialmente de manera habilidosa es decir que sean lo más asertivos posible. Como todas las conductas la asertividad se aprende, no se nace con ella. Se aprende con la experiencia y la práctica repetida. Por lo tanto como padres es una obligación moral con nuestros hij@s y con la sociedad el inculcarles el llamado “saber estar y comportarse” tanto con sus amigos como con los adultos.
Pautas básicas para aprender a comportarse de manera asertiva
El éxito en la transmisión de este tipo de comportamientos a nuestros hijos depende del ambiente en el que se desarrollan nuestros hij@s. Este ambiente puede influir muy positivamente en la seguridad y autoestima de los menores si somos capaces de hacerles sentir que están respaldados y son queridos. Esto hará que se desarrollen con una sana autoestima y una seguridad en sí mismos. Los padres profesores son los elementos en el ambiente de los menores que resultan importantísimos para el niño, puesto que ellos son los que señala las conductas positivas y son los modelos de conducta a imitar por los más pequeños. Como no me canso de repetir “La palabra convence, el ejemplo arrastra”.
Para conseguir educar en la asertividad a nuestros hijos, cosa que va revertir directamente en su autoestima y como consecuencia en s seguridad, hay que tener en cuenta en tu comportamiento como padre/madre tres cosas básicas pero muy importantes:
- No trasmitir nuestros propios miedos y experiencias negativas en nuestros hij@ Tendemos a sobreprotegerlos cuando nosotros hemos padecido burlas y hacemos que se muestren de manera desconfiada hacia las interacciones con los demás. Esto llegamos a transmitirlo con actitudes, comentarios… (Como por ejemplo cuando estamos continuamente pendientes de lo que los demás dice de nosotros…). Por el contrario lo que deberíamos hacer es aceptar a nuestros hij@s con sus ideas y actitudes y dejarle tener las experiencias, es el único modo de aprender. Nuestro papel es transmitir al niño nuestras propias experiencias huyendo de lo reglas rígidas y exclusivamente teóricas. Relatar nuestra experiencia sea adecuada o errónea llegará mejor al niñ@ que si decimos “tú lo que tienes que hacer cuando….”
- No etiquetar, hay que corregir sobre los comportamientos. Debemos tener mucho cuidado con los mensajes que enviamos a nuestros hijos y el modo de hacerlo. Si nuestro hij@ de manera reiterada recibe el mensaje de que es malo, torpe,… terminará asumiendo este rol, y creerá que realmente es malo, torpe… y además recibe el mensaje de alguien en quien confía plenamente, s madre, su padre o su maestro.
- Lo que esperamos de nuestros hijos debe ser razonable y adecuado a su nivel y edad. Según el nivel madurativo le corresponde unas pautas de conducta, no podemos pretender que nuestros hijos se comporten por encima de su edad. Deberemos ser pacientes y constantes en la transmisión de comportamientos adaptados y sanos.
Qué podemos hacer si nos damos cuenta que nuestros hij@s no se comportan asertivamente:
Nosotros como padres/madres podemos intervenir desde casa ayudándoles en su interrelación con el medio y con los factores que pueden influir en él. La asertividad la podemos enseñar de forma indirecta o directa:
Formas indirectas: En primer lugar, se trata de describir objetivamente el “problema” que presenta nuestro hij@. Esto lo lograremos escuchándole, dedicándole tiempo para descubrirlo, hay que ponernos en su lugar y ver el problema desde su punto de vista. Si nuestros hij@ no toma la iniciativa a contarnos su problema, lo que le pasa, debemos ser los padres/madres los que debemos dar el primer paso, pero para el lo es fundamental encontrar el momento que muchas veces no encontramos o no queremos encontrar. Como veis se trata de ser empáticos con tu hij@. Por otro lado, en este proceso de aprender a ser más asertivos, deberemos trasmitirles la importancia de sus “derechos”. En el día a día, en las conversaciones con ellos e incluso comentando noticias… podemos introducir el tema de los derechos así nuestro hij@ asimilará la existencia de unos derechos que él tiene que respetar, pero que también han de respetarse en él.
- Una buena idea es halagar los comportamientos asertivos. Cuando tu hij@ se comporte de forma correcta, es bueno dirigir hacer u halago hacia él algo así como “muy bien, has demostrado que eres capaz para controlar la situación y decidir por ti mismo”.
- Debemos hablar de forma positiva y constructiva (“la próxima estoy seguro de que lo harás mejor”) e intentar al máximo no hablarle de modo negativo (“no debes hacer así esto”). El lenguaje positivo implica expresarse de forma afirmativa y fijarse en lo positivo. E lenguaje negativo hace hincapié en lo erróneo, en los defectos.
Formas directas: Muchas de las veces nuestros hij@s saben que tienen un problema de relación con los demás pero no saben cómo solucionarlo. Por ello los papás/mamás debemos de acompañar el comportamiento de nuestro hij@, primero debemos ver con él la situación que lleva a que se sienta mal, lo que sucede antes y las consecuencias. Debemos formar “equipo” con él. Lo primero que hay que transmitir es seguridad, confianza en que el problema tiene solución y los adultos tenemos que ser los primeros en creérnoslo para así, poder transm itirlo. Esto adquiere mayor importancia si el caso de nuestro hij@ es de denom inado acoso escolar y no sabe cómo afrontar el problema. El niño estará agobiado, angustiado, este estado emocional influye de manera negativa en su estado anímico y por supuesto e su rendimiento académico. En un caso de este tipo, el adulto padre/madre debe estar al lado del niño y ayudarle, analizando por qué se produce este acoso y cuál debe ser la respuesta del niño.
- El/la papá/mamá debe ensayar con el niño la situación problemática, imaginarse las situaciones problemáticas y peligrosas afrontarlas. Es importante ofrecer al niño varias alternativas de conducta. Esto conlleva que el niño amplíe su capacidad de decisión. También es bueno ponerle al niño ejemplos concretos de casos similares que el adulto conozca y, si puede ser, explicar cómo se superó la situación.
- Un principio importante a tener en cuenta es que no debemos esperar avances de forma inmediata. Al contrario, debemos considerar que hay que avanzar poco a poco, con seguridad y que el niño perciba cada avance como un éxito y esto redundará e un aumento de seguridad.
Para concluir, “Si queremos que nuestros hij@s se comporten de un modo asertivo, nosotros como padres tenemos que comportarnos asertivamente”. No olvidemos nunca que somos modelos de conducta para nuestros hij@s .
Autor: Miguel Ángel Rizaldos Lamoca
Psicólogo Clínico en Rizaldos Psicología Clínica online
WWW. rizaldos.com