Muchas personas ya sean hombres o mujeres después de terminar una relación amorosa se quedan con sentimientos y situaciones no resueltas, por lo que es común que tengan el deseo de querer tener más tiempo para mejorar alguna situación o para hacer catarsis (una descarga afectiva), pero, no siempre es posible, ya sea porque la otra persona se marchó, porque por diversos motivos no pueden contactarse o simplemente porque la otra persona no quiere ya saber del otro. Entonces, con un sentimiento inconcluso se desencadenan otros momentos, por ejemplo, al querer arrancar a esa persona de nuestras vidas se buscan soluciones, una de las más comunes es el pensar que odiar al ex hará que en automático llegue el olvido, pero es todo lo contrario porque el odio puede atarte tanto como el más fuerte de los amores. Aquí de lo que se trata es poder recordar sin alguna pisca de dolor, sin un sentimiento de cariño y por supuesto sin rencores ni resentimientos. Pero entonces, ¿cuál es la antítesis del amor? En lo absoluto no es el odio, sino más bien la indiferencia. Otro momento frecuente es crearse falsas ideas respecto al amor o relaciones de pareja, y es ahí cuando llegan los comentarios como “yo no sirvo para el amor”, “tod@s son iguales”, “siempre me pasa lo mismo”, etc. Pero un momento, debes detenerte a pensar conscientemente hasta qué grado tienes responsabilidad en esa ruptura, una vez que identificaste tus responsabilidades si tienes oportunidad actúa sobre ellas. Y si aún sigues pensado que tod@s son iguales, date un momento de reflexión y piensa detenidamente ¿qué es lo que estoy haciendo yo para encontrar a este tipo de personas? Una realidad verdadera y que puede llegar a ser dolorosa es que en el amor no hay una especie de contrato legal donde se pueda establecer términos por determinado tiempo, no, no funciona así, porque nadie está obligado a amarte para siempre, nadie tiene ese “deber”, más bien es una elección que se toma libremente. Por lo que es importante preguntar si tú estás preparado para afrontar de manera positiva el fin de una relación. A continuación se muestra un listado que te será útil, al momento de transitar por esos momentos.

  • Identifica tu posible círculo de apoyo. Son las personas con las que podrás contar en caso de necesitarlas.
  • Entender que hay situaciones que no podemos controlar, y solo debemos aceptarlas.
  • Conocerte más. Tomar tiempo para ti, ya no para los dos sino para descubrir aspectos tuyos que tal vez desconocías y ahora puedes potencializarlos.
  • Sacar provecho. Darle la mano a la soledad para aprender de ella y con ella, quizá así puedas replantear y establecer futuros proyectos.

Recuerda que quien transita una ruptura amorosa no es la misma persona después, el yo interior cambia.

 

Carlos Vergara
Psicólogo